TIBURON BLANCO

TIBURON BLANCO

Pertenece a la familia de los lámnidos, que se caracterizan por ser tiburones muy activos y rápidos. Algunos de ellos poseen mecanismos para incrementar su temperatura corporal. Es el mayor depredador de la actualidad después de la Orca. Su velocidad y fuerza lo convierten en un excelente cazador que se encuentra en el escalafón más alto de la cadena alimenticia.

Este tiburón puede llegar a desarrollar velocidades cerca de los 40 km/h, lo que le permite alcanzar a los mamíferos marinos que se encuentran descansando sobre las rocas. Pese a que su velocidad máxima se sitúa entre los 25 y 40 Km/h, su velocidad media es de apenas unos 3 Km/h.

Son tiburones ovovivíparos. Poco se conoce de su reproducción, de hecho nunca se ha observado su apareamiento, solo se sabe que la hembra pueda parir hasta 10 crías de 1.5 metros de longitud y desde su momento de nacimiento estas se valen por si mismas.

Durante los años de crecimiento (aproximadamente 10) el pequeño “Jaquetón” crecerá una media de unos 25 cm anuales, hasta alcanzar la talla de madurez:

3,8 m los machos (en 9 años)

4,5 m las hembras (en unos 15 años)

Una vez llega a la madurez el tiburón cambia su dieta (que era básicamente peces), se alimenta de mamíferos marinos, aves, tortugas y otros tiburones. En el tiburón de 7,1 metros capturado en Malta, se encontraron un delfín, una tintorera y una tortuga.

Son de sangre caliente generalmente su temperatura es de 15° C más caliente que el agua que los rodea, lo que los convierte en depredadores eficientes en aguas frías.

El “Gran Blanco” llega a vivir unos 30 años.